EL SONIDO DEL TAMBOR 

Malena Pizani

Texto de Sala de Paula Peyseré

2022


Acerca de El sonido del tambor de Malena Pizani

 Palos, telas, sogas. Joyas oxidadas, nudos, eslabones. En la obra de Malena Pizani los elementos suelen ser básicos e infalibles, de orden ancestral, y su tratamiento también lo es; cumple la función de plantear esquemas misteriosos, ficciones –multiplicadas y sobrias– acerca de la representación.

 

El sonido del tambor está centrado en un tapiz que parece haberse erguido como un telón-títere, sigiloso y urgente, desde el suelo o desde un más allá… Acaso lo ha construido un grupo de hechicerxs que acaba de llegar del desierto, o unxs niñxs en un baldío en comunicación espectral. Lo que sucedió antes de este momento no puede conocerse, pero podemos acceder a un destilado de escenas que quedaron registradas en el libro del camello y que, por forma, trazo, color y talante, se conectan con el tapiz y sus guardianxs. (Cuando alguien en su pausa se sienta a leer el libro, el sonido de los cascabeles arrea las memorias.)

 

La sensación de simbolismo que impregna el aire de la obra nos lleva a preguntarnos por los ánimos que dieron forma al tapiz y sus planos. Así, la superficie entrega elementos de fuerza propia: una gran lágrima –central, fértil y decorosa–, una antorcha con forma de rosa, para el fuego que nunca se apaga, un tambor que está por sonar. Máscaras que reemplazan caras y agujeros para meter los ojos. Es la superficie de un ritual que está haciéndose de espacio y tiempo, que está empezando a instrumentarse: carga objetos, espía imágenes, prepara sonidos, subraya oraciones. Esa preparación tiene una libertad que vuelve laxa la repetición; arma una pausa para que el telón-títere se instale y permanezca. Trastelón suenan la risa y los murmuros de una organización traviesa donde vivxs y muertxs intercambian mensajes.

 

Paula Peyseré

Buenos Aires, mayo de 2022